El proceso de reciclaje en Vietnam ha sido esencial en la batalla contra la polución plástica, con un enfoque importante en las acciones de miles de mujeres recicladoras que a menudo pasan desapercibidas. Estas trabajadoras no oficiales, que principalmente actúan en Hanói, son la columna olvidada de la economía circular vietnamita. Se estima que aproximadamente 10.000 recicladoras habitan en la capital, ayudando significativamente a disminuir los desechos plásticos que tienen un impacto preocupante en el país.
Frecuentemente, estas mujeres se desplazan por las calles en bicicletas, cargando botellas, bidones y otros plásticos que recogen de forma sistemática. Pese a que las condiciones laborales son complicadas y peligrosas, la labor de las recicladoras es crucial para el reciclaje de hasta el 60% del plástico en Vietnam. La carencia de reconocimiento y de condiciones de trabajo adecuadas ha sido un reto histórico, pero en tiempos recientes, su trabajo ha empezado a ser apreciado gracias a iniciativas como VietCycle.
Los desafíos del empleo no formal y su efecto en la economía circular
Las recicladoras, en su mayoría migrantes rurales de entre 40 y 70 años, se enfrentan a jornadas laborales largas y difíciles. Sin embargo, muchas eligen este trabajo informal debido a la flexibilidad que ofrece, permitiéndoles equilibrar sus responsabilidades domésticas y su empleo. A pesar de su esfuerzo, la falta de equipo adecuado de protección y la exposición a riesgos como la contaminación ambiental, incendios e incluso accidentes, son problemas recurrentes en este sector.
Nguyen Thi Lanh, quien tiene 59 años y se dedica al reciclaje, expresa que sus ingresos no solo le facilitan cuidar de su familia en su pueblo de origen, sino que también le ofrecen la posibilidad de trabajar de manera independiente. A pesar de que este tipo de empleo informal presenta numerosas beneficios para las trabajadoras, también representa un riesgo para su salud, especialmente debido a la ausencia de seguro médico o protección laboral.
El reconocimiento de las «Guerreras Verdes» y las iniciativas de apoyo
A pesar de enfrentarse a condiciones difíciles, el esfuerzo de estas mujeres ha comenzado a ser valorado. Hoang Duc Vuong, quien fundó VietCycle, se refiere a las recicladoras como «Guerreras Verdes», un término que destaca la relevancia de su trabajo en la protección ambiental y la batalla contra la contaminación. Ellas son fundamentales en el reciclaje de casi el 90% del plástico en el país, y su papel es fundamental para que la gestión de desechos siga operando.
VietCycle, creada hace cinco años, ha sido fundamental en este proceso de transformación. La organización ofrece apoyo a las recicladoras informales, proporcionándoles bicicletas, equipos de protección y capacitación en seguridad y finanzas. Además, promueve la separación de residuos en los hogares, aumentando así la eficiencia del reciclaje y contribuyendo a la educación pública sobre el manejo de desechos.
La relevancia de la cooperación y las leyes en la conservación del entorno natural
El trabajo de VietCycle y otras organizaciones en la promoción de la economía circular está respaldado por alianzas estratégicas con empresas y gobiernos. Por ejemplo, Unilever ha entregado equipos y uniformes a más de 1.500 recicladoras informales a través de la colaboración “The Plastic Reborn”. Además, el gobierno vietnamita ha aprobado leyes como la Ley de Protección Ambiental, que fomenta la separación de residuos desde su origen, y el Plan Nacional de Acción sobre Residuos Plásticos Marinos, que tiene como objetivo reducir un 75% la fuga de plásticos al océano para 2030.
La Global Alliance for Plastic Action (GPAP) y la National Plastic Action Partnership de Vietnam (NPAP) han colaborado para enfrentar la problemática del plástico en Vietnam. Con la colaboración de más de 200 aliados tanto nacionales como internacionales, la NPAP está comprometida en disminuir los desechos plásticos y fomentar soluciones creativas para su reutilización y reciclado.
El impacto de la economía circular en la vida de las recicladoras
Gracias a estas iniciativas, más de 7.000 mujeres recicladoras informales se han beneficiado de formación, acceso a servicios sociales y equipos de trabajo. Además, la economía circular ha comenzado a tener un impacto positivo en la vida de las trabajadoras, no solo a través de la mejora de sus condiciones laborales, sino también en la creación de oportunidades para el desarrollo personal y comunitario.
La experiencia de las recicladoras vietnamitas demuestra cómo un sector marginal puede convertirse en un pilar fundamental de la economía circular, mejorando la calidad de vida de las trabajadoras y al mismo tiempo ayudando a enfrentar la creciente crisis ambiental.